SOBRE LA CAMPAÑA DE VACUNACIÓN ANTIGRIPAL...
La vacunación antigripal tiene como objetivo reducir la mortalidad y morbilidad asociada a la gripe y el impacto de la enfermedad en la comunidad. Por ello, deberá ir dirigida fundamentalmente a proteger a las personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de padecer la gripe, y a las que pueden transmitir la enfermedad a otras que tienen un alto riesgo de complicaciones.
La vacunación anual frente a la gripe es la medida más efectiva para prevenir la infección por el virus, así como sus complicaciones.
Fecha inicio: 22 de octubre de 2018.
Fecha finalización: 28 de diciembre de 2018.
Como novedad, este año el personal sanitario de los centros sanitarios públicos se puede vacunar a partir del 15 de octubre (para evitar el riesgo de transmisión de gripe a pacientes, especialmente a los más susceptibles de padecer complicaciones).
En los centros de salud, solicitando cita previa de la manera habitual (teléfono, internet, …) o bien en su centro médico de referencia (si no pertenece a la red del Servizo Galego de Saúde), en las fechas indicadas.
-Enfermedades del sistema cardiovascular.
-Enfermedades respiratorias (incluido asma, displasia broncopulmonar, fibrosis quística, …).
- Enfermedades neurológicas.
- Personas con diabetes mellitus.
- Personas con obesidad mórbida.
- Enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico.
- Hemoglobinopatías e anemias.
- Hemofilia y trastornos hemorrágicos crónicos, así como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples.
- Asplenia o disfunción esplénica.
- Enfermedades hepáticas crónicas, incluyendo alcoholismo crónico.
- Enfermedades neuromusculares graves.
- Pacientes con inmunosupresión (incluida la causada por el VIH, por fármacos – incluyendo tratamiento con eculizumab- o en receptores de transplantes).
- Cáncer y hemopatías malignas.
- Trastornos y enfermedades que implican disfunción cognitiva (síndrome de Down, parálisis cerebral, demencias…).
- Pacientes portadores de implantes cocleares o en espera.
- Personas con fístulas de LCR.
- Enfermedad celíaca.
- Enfermedad inflamatoria crónica.
En estos grupos se hace especial hincapié en personas que necesiten seguimiento médico periódico u hospitalizaciones en años previos.
SOBRE LA GRIPE...
La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias. El cuadro clínico suele comenzar de forma brusca con fiebre y escalofríos, acompañados de dolor de cabeza, congestión nasal, dolor de garganta, malestar general, dolores musculares, pérdida de apetito y tos seca. En niños, es frecuente la presentación como fiebre sin foco, especialmente en los más pequeños. También pueden aparecer síntomas gastrointestinales, como vómitos o diarrea.
Aunque la mayoría de las personas se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de un tratamiento médico específico, existen grupos de población en los que la gripe puede ser grave —incluso causar la muerte—, debido a complicaciones generalmente provocadas por infecciones bacterianas.
El mecanismo principal de transmisión de la gripe es a través de las microgotas que expulsan las personas infectadas al toser o al estornudar. Estas partículas no permanecen suspendidas en el aire durante mucho tiempo, y para que la gripe se contagie se requiere un contacto cercano (1-2 metros).
También es posible la transmisión por contacto, a través de las superficies o de las manos contaminadas con secreciones respiratorias.
El periodo de transmisibilidad abarca desde 24 hasta 48 horas antes de que los síntomas comiencen y hasta 5 días después del inicio de los síntomas. No obstante, los niños, los ancianos y las personas inmunodeprimidas pueden ser contagiosos durante más tiempo, hasta 7-10 días después.
El tratamiento de la mayoría de los casos de gripe es sintomático, centrado principalmente en reducir la fiebre y aliviar los síntomas. En determinadas situaciones (personas hospitalizadas o con un gran riesgo de presentar complicaciones), la gripe se puede tratar con antivirales.
Los antibióticos no están indicados, por tratarse de un virus. Sólo son útiles, siempre bajo prescripción médica, en el caso de producirse complicaciones bacterianas.
Puede consultar más información en: https://gripe.sergas.es/